La Junta modifica los planes del Parque Natural Sierra de Grazalema para permitir el desarrollo urbano de Villaluenga del Rosario

El Consejo de Gobierno ha aprobado una modificación de la planificación del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, vigente desde 2006, para calificar como ‘Zona C’ (de menor exigencia de protección) una superficie colindante con el núcleo urbano de Villaluenga del Rosario. La medida, ‘‘que cuenta con el respaldo unánime de las organizaciones, entidades y agentes sociales representados en la Junta Rectora de este espacio protegido, garantizará al municipio un desarrollo urbanístico que actualmente no es posible al encontrarse completamente rodeado de un área de interés paisajístico especial (Zona B1)’’, según la Junta. En este tipo de terrenos sólo se permiten edificaciones vinculadas a aprovechamientos primarios, uso público o gestión del propio parque.

La Junta expresó en un comunnicado deñ 10 de febrero de 2015: ‘‘La nueva calificación afecta a 10 hectáreas que podrán ser incorporadas como urbanizables para dar respuesta a las necesidades de expansión ordenada de Villaluenga del Rosario. Los terrenos se sitúan junto a la carretera y limitan con los sectores noreste y suroeste del núcleo urbano.

El plan de ordenación de recursos del parque natural establece una división de su territorio en tres grandes bloques de áreas de acuerdo con las distintas exigencias de protección. Las más estrictas se aplican en las denominadas zonas de reserva o ‘Zonas A’, que ocupan 3.857 hectáreas (un 7,22% de la superficie total del parque). En ellas se incluyen los pinsapares y otros enclaves de gran valor ecológico y paisajístico, como los montes públicos Dehesa del Taramal y La Camilla y los cañones fluviales formados por los arroyos Bocaleones y Garganta Seca.

Las áreas de interés paisajístico especial (Zonas B1) suman 6.468 hectáreas (el 12,11%) y comprenden terrenos forestales entre los que destacan enclaves como la Manga de Villaluenga, el Corredor del Boyar, el Valle del Guadiaro, el Salto del Cabrero, los Llanos de Líbar o el Higuerón de Tavizna.

Las áreas de interés ganadero forestal (Zonas B2) suponen la mayor parte de la superficie del parque natural, con 36.968 hectáreas (el 69,22%). Integradas básicamente por pastizales y matorrales, en ellas se aplica un régimen intermedio de protección. Por su parte, la denominadas B3 engloban a los embalses y sus márgenes (1.180 y 2,21% de la superficie total).

Finalmente, las 4.712 hectáreas catalogadas como ‘Zonas C’ o de regulación común (el 8,82%), en su mayor parte terrenos agrícolas, son las más transformadas y las que tienen menores requerimientos de protección. El resto de la superficie se corresponde con los núcleos urbanos.

En líneas generales, los planes de ordenación fijan los objetivos, medidas, criterios de actuación para compatibilizar la preservación de los valores ecológicos con los usos y aprovechamientos, a través de un régimen de autorizaciones y limitaciones. Asimismo, recogen los distintos programas para mantener los procesos ecológicos, restaurar los hábitats degradados o desnaturalizados, y garantizar la protección del paisaje’’.

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