Los trabajadores aislados en puertos, riesgos y mejoras en su seguridad

El trabajador aislado es una figura muy común en muchos sectores industriales, especialmente en los puertos, donde el porcentaje de operarios que trabajan en solitario, alejados de otros compañeros, es cada vez más común. Los riesgos asociados a esta labor son evidentes y la búsqueda de mejoras de seguridad es uno de los retos de las empresas. Los esfuerzos se han centrado en conseguir una óptima situación de este tipo de empleados, con estrategias o herramientas, como es el caso del sistema antiatropello industrial. Previene atropellos al detectar y alertar al conductor de una grúa de la presencia de un peatón o trabajador aislado. Es un ejemplo de la importancia capital de poner, al servicio del trabajador aislado, el mejor escenario posible para que pueda desarrollar sus funciones en unas óptimas condiciones; reduciendo, por tanto, sus riesgos.

Seguridad laboral del trabajador aislado.
Seguridad laboral del trabajador aislado.

La Corporación Industrial de datos señala que en el mundo hay cerca de 1.300 millones de trabajadores aislados, personas que trabajan, el mayor tiempo de su jornada laboral, de forma solitaria y aislada del exterior, de manera que no son oídos ni vistos por parte de ningún otro compañero o cliente; es un perfil que se produce, en la mayoría de casos, en los sectores industriales. En el sector portuario, esta figura adquiere un protagonismo especial que se ejemplifica en los guardas de seguridad, vigilantes nocturnos y en los ingenieros y operarios que realizan funciones de mantenimiento en un muelle. Los aeropuertos o las minas son otros espacios donde estos trabajadores también son frecuentes.

La soledad en la jornada laboral conlleva una serie de riesgos, tanto para el propio trabajador como en lo referente al resultado de su trabajo, ya que no se produce ninguna supervisión directa sobre los movimientos y las decisiones del empleado. Su responsabilidad es, por tanto, más alta que en la mayoría de sus compañeros. Ante cualquier situación de emergencia, no hay otra persona cerca que pueda socorrerlo ni llamar para pedir ayuda.

Riegos

Los riesgos relacionados con este tipo de trabajo pueden ser de seguridad o enmarcados en el ámbito psicosocial. El trabajador no tiene ningún ejemplo cercano que le permita comparar su trabajo, ni puede pedir otra opinión; por lo que los errores en la actuación pueden ser más frecuentes. Esta situación genera incertidumbre y complica la toma de decisiones, ya que, si bien hay un protocolo y una estrategia predefinida ante un accidente, hay escenarios que no se pueden predecir y que se producen por primera vez, de manera que el trabajador debe tomar una decisión desconocida hasta entonces. La fiabilidad de la relación entre las personas y las máquinas también se puede ver trastornada cuando los encargados de poner en funcionamiento este sistema se encuentran completamente solos.

La falta de visibilidad es otro factor de riesgo en esta situaciones; en un alto porcentaje de casos producida por la ausencia de visibilidad. No es el único motivo, pues la dimensión de un vehículo o la disposición de la carga son otros ejemplos que dificultan la visión y que ponen en riesgo al trabajador, ya que no tiene apoyos que le ayuden en este contexto. En líneas generales, la falta de ayuda después de un accidente o una situación crítica es un riesgo que siempre está presente, pues la total ausencia de peligro no se garantiza en ningún caso y una actuación inmediata resultaría inviable cuando el trabajador no puede pedir ayuda. Por otro lado, y en el aspecto mental, trabajar en condiciones de soledad puede tener consecuencias negativas para la alteración emocional de una persona, que se traduce en la alteración de sus acciones y en desequilibrios en los niveles sociales, afectivos o cognitivos.

Soluciones

La alta cantidad de situaciones a las que se expone un trabajador aislado requiere de muchos tipos de soluciones. Si se toma como ejemplo el trabajo con grandes grúas o con vehículos que presenten una visibilidad reducida, se puede utilizar el sistema de seguridad inteligente IPAS, que tiene la función de prevenir atropellos mediante un sistema de detección y alerta. Informa inmediatamente, tanto al conductor de la presencia de un trabajador aislado como a éste de la proximidad de un vehículo. Se puede aplicar a diferentes modelos como excavadoras, camiones de carga o grúas portuarias, entre otros. El caso de una industria fabricante de vidrio es un buen ejemplo de mejora de la seguridad cuando hay poca visibilidad entre conductor del vehículo y trabajador.

La monitorización y la automatización de los registros es otra solución para reducir los riesgos. Son sistemas que detectan la posición del trabajador, encargados de lanzar un aviso si las coordenadas no cumplen con el proceso natural de un día de trabajo. También hay dispositivos que detectan caídas, una situación frecuente en una jornada laboral y que puede adquirir graves consecuencias cuando no se puede pedir ayuda. Este sistema se incorpora en el equipamiento del trabajador y avisa ante cualquier necesidad de ayuda.

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