La asociación Amigos del bosque acción local difundió el 29 de abril de 2024 un comunicado en el que afirma que «la mayoría de los árboles, fresnos y almeces, que se han talado estaban en el perímetro del recinto ferial por lo que no alcanzamos a comprender cómo molestaban tanto, era tan necesario eliminarlos y no se podía buscar ninguna solución para salvarlos y que vecinos, vecinas y visitantes de El Bosque puedan disfrutar de unos grados menos durante las fiestas. Ahora se han instalado bancos en esta zona que después de la tala es desértica. Otros árboles se cortan, parece ser, porque son incompatibles con una papelera y una señal de paso de peatones. Ahora la mitad del recinto ferial, que tiene el tamaño de un campo de fútbol, está deforestado».
Dicho colectivo añade: «Los árboles llevaban ya más de diez años plantados, desde 2012, provenientes del vivero de diputación por lo que ya incluso tenían un buen porte cuando se llevó a cabo esta plantación. Parecía una buena idea arbolar un recinto ferial que se iba a utilizar en junio. Posteriormente accede al gobierno del ayuntamiento la antigua alcaldesa, Pilar García, y gesta el proyecto de reforma del recinto ferial y la eliminación de estos árboles. Ella misma tala y tritura algunos árboles. En la actual legislatura se ha continuado con el proyecto y eliminado el resto».
La asociación Amigos del bosque piensa que «son totalmente desastrosas tanto la idea del proyecto de deforestación como la ejecución del mismo por dos gobiernos distintos. Ni siquiera le pedimos a nuestros gobiernos municipales que gasten nuestro dinero en restaurar nuestro medio ambiente, sino que no lo malgasten en destruirlo. También nos parece que no vale poner como excusa que se plantarán otros por lo que se han arrancado porque pasarán más de diez años hasta que los nuevos se equiparen con los talados, más de diez años perdidos».
Este grupo ecologista añade: «No alcanzamos a entender como todavía no entienden nuestros gobiernos municipales, dado el contexto de crisis climática y medioambiental que estamos viviendo, que la última opción siempre debería ser la de talar un árbol. Ya que los beneficios que nos dan los árboles son infinitamente mayores que los que nos da una plaza de aparcamiento y además está siempre se podrá reubicar. Ya es hora de que nuestros gobernantes cambien de mentalidad y miren en primer lugar por la salud y el bienestar de sus vecinos, lo que es imposible dándole la espalda a la naturaleza y sin integrarla en nuestros pueblos y ciudades».