Carta de renuncia de Pedro Ruiz Peralta a la alcaldía de Puerto Serrano

Pedro Ruiz Peralta.
Pedro Ruiz Peralta.

«Las despedidas están siempre cargadas de tristeza, sobre todo si la relación mantenida ha sido tan duradera e intensa como la que yo he tenido oportunidad de vivir en el desempeño del cargo de alcalde. No obstante, no es el final del camino, si no un punto y aparte en este largo e ilusionante viaje, que emprendimos allá por el año 1991 y que, como no podía ser de otra manera, ha estado cargado de emociones y de todo tipo de vicisitudes…
Me siento profundamente agradecido, por la confianza que en mi habéis depositado, por el cariño recibido y, principalmente, por haberme permitido forma parte de vuestra vida, compartiendo sueños e inquietudes; honrado y orgulloso de haber sido alcalde de Puerto Serrano, cargo que ha colmado todas mis aspiraciones personales y políticas; feliz, en definitiva, de formar parte de la historia de este maravilloso pueblo. Que nadie albergue la más mínima duda de que renunciar a la Alcaldía ha sido una decisión dolorosa y difícil. Toda una serie de motivos me han llevado a ello: de un lado, por supuesto están los temas personales y familiares, y la necesidad de devolver a la familia el tiempo perdido, de otro la ilusión por volver a mi profesión de maestro, que al mismo tiempo significa un ahorro económico considerable para nuestro Ayuntamiento, también la tranquilidad de que dejo el pueblo en buenas manos, los compañeros, que asumen la máxima responsabilidad, son personas trabajadoras y honestas, que día a día están demostrando su enorme ilusión y capacidad para dirigir Puerto Serrano».

«En todas las decisiones ha primado, por encima y por delante de toda consideración, el Bien General de nuestro pueblo y el de la mayoría de nuestros vecinos y vecinas. Guardo un valioso tesoro personal: la tranquilidad absoluta de haber defendido siempre los intereses de Puerto Serrano y los valores y principios de la izquierda anticapitalista, transformadora y solidaria con los que me identifico plenamente.
Soy consciente también de que durante de este tiempo hemos cometido errores, asumo mi responsabilidad y acepto la crítica política constructiva -aprender de los errores nos hace personas más fuertes y maduras -. Ahora bien, aunque perdono – me considero cristiano – no puedo, ni quiero olvidarme, de aquellos vecinos, colectivos y grupos políticos, que buscando beneficios personales y partidistas, vierten sistemáticamente acusaciones difamadoras e injuriosas sobre mi familia o sobre mi persona. El tiempo, firme defensor de la verdad, pondrá a cada cual en el sitio que le corresponde.
Al renunciar a la Alcaldía, hago mías las palabras del poeta para afirmar enérgicamente, con la cabeza bien alta, que al partir en esta nave del adiós, me encontrareis a bordo, ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar.
Pero no estoy triste, nunca lo estaré, porque siempre he sentido, y siento, el apoyo, el cariño y el respeto de la gran mayoría de las personas de Puerto Serrano, que me dais muchos ánimos convencidos de que el cambio supone mejorar mi vida personal y familiar.
Desde este momento, asumo el firme compromiso de continuar aportando mi granito de arena en aras de conseguir un pueblo mejor, con más trabajo para todos y todas, en el que el presente y el futuro de todos nosotros, y muy especialmente el de nuestros jóvenes, sea más prometedor que el que ahora nos obligan a vivir estos gobiernos nacionales y autonómicos, sometidos a la voluntad de los mercados y de los poderosos.
Los policheros y las policheras podemos sentirnos orgullosos de haber dado importantes pasos en la construcción de ese proyecto colectivo de pueblo con el que todos soñamos, y de haber hecho de estos años un tiempo de modernización y avances sociales, de mejora de los servicios públicos y de importantes logros en materia de urbanismo, infraestructuras y equipamientos, seguridad… Cuando la oscura tormenta de la crisis se aleje y vuelva a brillar el sol, comprobaremos con alegría, que el esfuerzo realizado nos abrirá puertas y ventanas hacia un futuro más próspero y mejor.
A partir de ahora me sitúo en un lugar discreto de la política municipal, huyendo, por qué no decirlo, de la política de partidos, cargada de favoritismos e intrigas, con la cual he mantenido profundas diferencias y he sido muy crítico en todos los aspectos. Me gustaría que IU no perdiera el norte en la lucha anticapitalista, aunque observo con recelo y preocupación el viaje hacia ninguna parte que se ha emprendido con esos pactos destinados al reparto de sillones. Nunca estaré de acuerdo con esas políticas de cortas miras, ni con las personas, de perfil gris y mediocre, que anteponen los beneficios de la organización, o los suyos propios, a los intereses de los ciudadanos y del pueblo.
Aplaudo, y deseo mucha suerte y ánimo, a todos los que trabajan para construir un mundo más justo, solidario y humano. Confío ciegamente en las personas; el liderazgo es un manantial que brota de la honestidad y que predica, no con palabras, si no con el ejemplo, la humildad y la trasparencia. El recuerdo emocionado y mi más sincera gratitud, para todos aquellas personas, cargos públicos o no, que han trabajado y trabajan día a día, de manera desinteresada y altruista, para hacernos la vida un poco mejor».
Pedro Ruiz Peralta,
31/5/2013.

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