La Parroquia Santa María de Guadalupe de Algar ha organizado un curso de técnicas de estudio enfocado a estudiantes de secundaria y bachillerato, que se va a impartir en tres sesiones semanales, desde el 21 de marzo hasta el 4 de abril. Para ello, cuenta con la colaboración de Cáritas, el Instituto Hispano Americano de Derecho Matrimonial y la asociación de abogados y asesores Piñero & Romero. Este proyecto tiene como finalidad “ayudar y aconsejar a los matrimonios a la hora de educar a los hijos de manera que puedan desarrollar sus aptitudes de manera satisfactoria, así como enseñar directamente a los propios hijos. Por lo tanto, llevará a los adolescentes a conocer valores como el esfuerzo, así como potenciar sus capacidades en diferentes ámbitos como la atención y la concentración”. En el tríptico anunciador de este curso, la parroquia dice: “Motivar a los hijos, especialmente a los adolescentes, para que sean responsables con sus tareas es el gran desafío de nuestras familias. En ocasiones los resultados que obtienen los estudiantes no se corresponden con sus capacidades, quizás porque no se les han inculcado las actitudes necesarias, o no saben sacar partido a sus cualidades. Con el fin de olaborar con los padres en su misión educativa, la Parroquia Santa María de Guadalupe de Algar organiza estas jornadas de técnicas de estudio impartidas por profesionales que también tienen larga experiencia como padres y educadores”.
“Las distintas citas de las que se compone el curso serán llevadas por expertos en diferentes ramas científicas: Alicia Ruiz, psicóloga, Hilda Martín, profesora de geografía e historia y Luis Martínez-Villaseñor González de Lara, notario”, según informó la Diócesis de Asidonia-Jerez en un comunicado difundido el 4 de marzo de 2014.
En dicho tríptico, la parroquia expresa: “El saber no ocupa lugar, pero quienes más saben están más preparados para ocupar los mejores lugares.
En los tiempos que corren la formación académica es imprescindible para acceder al mercado laboral. Nuestros óvenes tienen grandes talentos y altas capacidades, pero necesitan que se les enseñe a hacerlos rendir y sacarles el máximo provecho. El aprovechamiento del tiempo, el sentido de la responsabilidad, la capacidad de organización, son valores imprescindibles para la excelencia. Estas habilidades deben ser educadas desde edades tempranas, para formar a los hombres y mujeres que en un futuro muy cercano deben incorporarse a una sociedad cada vez más exigente en la que encuentran su lugar quienes más preparados están”.