Espera recupera el 16 de diciembre de 20232 «una de sus grandes tradiciones navideñas con la representación de su Belén Viviente, después que las tres últimas ediciones no se pudieran celebrar, primero por el covid-19 y el año pasado por las inclemencias meteorológicas». Se trata por tanto de «una cita muy esperada en el municipio», como explicó la alcaldesa de la localidad, Tamara Lozano en la presentación del evento y el cartel anunciador, celebrada en la Diputación de Cádiz. La regidora estuvo acompañada en este acto por la diputada provincial Ana Isabel Moreno.
Moreno manifestó que para la Diputación es un placer «ayudar a difundir la gran variedad de actividades y la riqueza cultural que tenemos en nuestra provincia. Y también el buen trabajo que se hace desde los ayuntamientos para ofrecer actividades a sus vecinos, como es el caso de Espera, que es capaz de seguir manteniendo la chispa de esta tradición del Belén Viviente, que despierta la curiosidad de muchos otros vecinos de la Sierra y de toda la provincia de Cádiz».
En ese sentido, la diputada destacó «la importancia de este tipo de acciones como motor turístico, ya que permiten que los visitantes conozcan las bondades de los diferentes municipios, consuman en el comercio y la hostelería local y se queden con ganas de repetir la visita». Moreno señaló también: «Y además favorecemos la dinamización económica y la llegada de turistas en temporada baja, para crear riqueza también en momentos donde no suele haber tanta actividad».
Por su parte, la alcaldesa, Tamara Lozano, lanzó una invitación a la población de la provincia de Cádiz, así como a cualquiera que se quiera acercar el día 16 a Espera, para disfrutar de una tradición «con gran arraigo» y que se consolida como «uno de los grandes reclamos turísticos de la localidad».
Lo que hace especial a este Belén Viviente, frente a los que se pueden celebrar en otros municipios, «es el escenario en el que se representan las escenas que narran el nacimiento de Jesús». Desde el inicio de la recreación en un espacio emblemático como el Molino de los Diezmos, con la partida de José y María a lomos de un burro, hasta la llegada a la cueva del Castillo de Fatetar, donde se representa el nacimiento, «el visitante no sólo puede disfrutar de la representación de las escenas, sino también de un paraje natural único».
Un año más, serán decenas los vecinos de Espera, muchos de ellos miembros de colectivos y asociaciones, los que hagan posible esta fiesta con su participación, no sólo como actores y figurantes, sino también engalanando las calles y ofreciendo dulces típicos navideños y lo mejor de la gastronomía de la localidad.
Se trata, según dijo la alcaldesa, de «un día de convivencia» que comenzará al mediodía y en el que «el pueblo se llena de alegría».